EL
INSTITUTO
TERROR
Capítulo
1
Escrito
por Renata
Raula
solo llevaba dos días desaparecida así que, cuando los policías
encontraron su cadáver en el descampado cerca del instituto Terror,
todos nos quedamos boquiabiertos y ojipláticos. Y lo que es más
raro aún, desde su muerte no paran de ocurrir unos extraños sucesos
en clase de Lengua. Al principio eran poca cosa: las hojas
informativas se despegaban solos del tablón de anuncios y los libros
caían al suelo provocando un fuerte sonido; pero hoy ha sido el
primer día que llevaban a algo peligroso.
Julia,
la profesora de lengua se ha caído por las escaleras y se ha roto
una pierna como consecuencia del accidente. Podréis pensar que
simplemente se ha tropezado y que le podría haber pasado a
cualquiera, pero Mía (una chica de mi clase) afirma haber visto a
Raula (bueno, a su fantasma) empujar a Julia por las escaleras.
Al
principio, no me lo creía, pero después de descubrir que puedo
hablar con Raula porque somos gemelas voy a tener insomnio el resto
de mi vida.
Anoche,
Raula me susurró “Lengua…matar…”.No pude oír nada más,
pero estoy segura de que dijo algo más que gemidos de fantasma.
No
sé que es lo que quiere Raula y qué tiene que ver con Julia y con
su asignatura, pero estoy rota de dolor por perder a mi hermana, así
que pienso ayudarla a conseguir su objetivo, sea el que sea.
Escrito
por Mía
Aún
no me creo que pueda hablar con Raula. ¡Es algo alucinante! El
problema es que la veo medio borrosa y cada vez que intento fijar la
mirada para verla mejor acabo desmayándome y olvidándolo casi todo.
Tenía que pedir ayuda, así que le he contado a Iván todo lo que sé
sobre mis nuevos poderes y lo que he descubierto sobre Raula. Al
final hemos decidido colarnos en el instituto Terror esta noche para
grabar a Raula y qué es lo que hace. Y por si acaso no podemos
grabarla, hemos pensado en grabarle la voz. Habrá alguna manera de
hacer que hable, digo yo.
Decidido,
haremos una especie de ritual para hacer qué aparezca y así poder
grabarla. Si enseñamos el video a algún adulto medianamente
responsable nos ayudará a mandar a Raula al cielo (o al infierno,
por intento de asesinato).
Capítulo 3
Escrito
por Iván
-
Bueno, aquí estamos, en el instituto Terror. De noche. Solos. Sin batería en los móviles – dije sin darme cuenta.
-
Yo tengo batería de sobra, ¿Cómo quieres que grabe sino? – contestó Mía.
Yo solté un suspiro de alivio
y me puse manos a la obra. Cogí la horquilla que había traído Mía
y forcé la cerradura de la puerta del edificio. Entramos
sigilosamente en el instituto y, como era de esperar, la puerta se
cerró ruidosamente detrás de nosotros. Era como si Raula nos
estuviera esperando.
Entonces, Mía sacó su
teléfono móvil y comenzó a grabar:
-
Hola, soy Mía y este de aquí es mi compañero Iván – yo saludé a la cámara tímidamente – nos encontramos en el instituto Terror para investigar el caso del fantasma de Raula. ¿Qué opinas Iván?
-
Que te has quedado sola, maja. – dije y salí corriendo. Entonces se oyó un fuerte ruido y escuché a Mía decir:
-
¡Oh, no! ¡Si muero aquí quiero que sepáis que os quiero Papá y Mamá! ¡Y a ti, Iván, te veré en el …! – no pude escuchar más, excepto la voz de… ¡Renata! ¿Estaría por aquí?
Capítulo
4
Escrito por Renata
Anoche
Raula volvió a hablar conmigo. Me dijo que fuera esta noche al
instituto y la buscara, que me estaría esperando en el departamento
de Lengua. Así que aquí estoy, en el departamento de Lengua con
Raula.
-
Voy a contarte un secreto – me dijo – Tienes que prometerme que me ayudarás con mi venganza porque… ¡Julia me mató! ¡Es una asesina que se disfraza de profesora para poder matar niños! ¡Tiene algo en contra de nuestra familia y al matarme de dijo que después iría a por ti!
Yo por poco me desmayo al oir
aquello ¿Cómo podía
ser?
Por supuesto salí corriendo
del departamento de
Lengua tan rápido como
pude y me choqué con Iván. Al poco rato encontramos a Mía y me
contaron la historia.
Al día siguiente llamamos a
la policía y detuvieron a Julia. Durante unos días todo fue normal
(la nueva profesora de Lengua es muy maja y no quiere asesinarnos).
Pero un día Mónica, una chica de mi clase apareció muerta en el
mismo sitio donde encontraron el cadáver de Raula y entonces
descubrimos que la profesora de Lengua había vuelto y que no iba
solo a por mi familia sino que quería matar a toda mi clase.
Lo único que sabemos ahora es
que se ha disfrazado de profesor y que debemos acabar con ella, antes
de que sea demasiado tarde.
FIN
Rondando el año 1982,
cuenta la leyenda, que en Hawkins, una niña estaba jugando en la arena del
parque con otros niños, cuando de repente comenzó una fuerte tormenta. Inmediatamente,
todos los niños se fueron de allí, asustados, hacia sus madres. Excepto aquella
niña, a la que no parecía preocuparle. Su madre la llamó, pero esta parecía no
escucharla. La madre de la niña siguió llamándola, pero sin resultados, ya que
esta no hacía caso. De pronto, la niña comenzó a sentir que la arena quemaba.
No le dio importancia, cuando al instante sintió un dolor terrible en las
piernas. Vio como poco a poco se le empezaba a desgarrar la piel y como sus
músculos se rompían lentamente. La sangre le recorría todo el cuerpo, y cuando
intentó gritar, una enorme bola de sangre salió de su boca y se le comenzaron a
coser los labios. La niña dolorosa intentaba escapar, mientras su madre mira
aterrorizada a su hija, gritando su nombre. Ella. Así se llamaba la niña que
desapareció desangrada en la arena aquella tarde de tormenta.
Kiara García Martín 2º PMAR
VENGANZA
La guerra
había terminado y Troya dormía tranquila. Y yo, como cada noche, me disponía a
salir a escondidas para verla y fundirme en sus cálidos labios. Pero lo que
encontré al llegar a nuestro rincón secreto no fue para nada lo que mis ojos
deseaban ver; su cuerpo yacía en el suelo, cubierto de un manto infinito de
sangre.
Ante aquella
escena que no podía parar de mirar, fui testigo de como aquel caballo enorme
entraba en la ciudad, pero ya poco importaba. Fuera de mí, sin controlarme,
cogí mi espada y hui en busca de venganza, sin saber muy bien con quién podía
descargar toda mi furia y rabia. Aunque era cierto que no me importaba
equivocarme. Y así lo hice. Fui casa por casa matando a pobres inocentes que no
tensión culpa de mi pérdida. Pero yo no sentía compasión, era como si su sangre me alimentase y avivase mi deseo de
acabar con la vida de todos aquellos que se cruzaban por mi camino.
Poco
tardaron los soldados enemigos en ayudarme a cobrar venganza, inundando todo
Troya de fuego, que iría matando a todos los habitantes de la ciudad. No sentía
miedo. Ni tan siquiera dolor. Sentía, más bien una sensación de alivio, aunque
no entendía muy bien por qué.
El fuego iba
arrasando con todo, incluso con el frío que en día vivíamos, ya que era el
comienzo del invierno. Decidí quitarme la chaqueta que estaba llena de sangre
por todas las muertes a las que había asistido. Dejé mis brazos al descubierto,
y ahí fue cuando lo vi. Cuando me di cuenta. Tenía una herida profunda en mi
brazo izquierdo. Alguien me había clavado sus uñas. Y me acordé de su cuerpo en
el suelo, cubierto del manto de sangre que tan solo le cubría hasta la cintura.
Sin embargo, recordé que sus uñas estaban cubiertas de rojo. Entonces lo
entendí: quien había matado a la mujer de mi vida era el mismo que en ese
momento deseaba volver a perderse en sus labios y olvidar aquella pesadilla.
Pero eso, desafortunadamente, no pasó.
Entonces,
aprovechando que la ciudad ardía, decidí hacerlo yo también adentrándome en el
fuego más grande y caluroso que había visto en mi vida y el cual me redujo a
unas inútiles cenizas. Ese fue el momento en el que Hades, quién me había
robado el alma y había habitado en mi cuerpo, volvió a su lugar, el inframundo,
muy orgulloso tras haber realizado su misión
Patricia Sánchez Lorenzo 1º Bach B